Volar como un ave sin estar dentro de una maquina, un sueño que muchos tienen, y el cual tuve la suerte de cumplir, aunque fuera cayendo cual saco de huesos atado a un paracaidista profesional que se encargaba de que no nos espachurrásemos contra la tierra.
Todo comenzó con un: “Me voy a tirar de paracaídas”
analice cada aspecto: 12.000 pies de altura, velocidades de locura, adrenalina
al máximo, y claro no podía faltar la pregunta reina ¿y qué tal que no se abra
el paracaídas? Aun así dije: “Que rayos, voy hacerlo”
Te colocas el traje y tu instructor llega para
entrenarte e informarte de la locura que vas hacer jajajaja y te dice: ey
amigo, subiremos a 12.000 pies de altura, casi 4 kilómetros, caeremos de vuelta
a colisión con la tierra, intentare abrir el paracaídas antes de que eso
ocurra.
La tención comienza cuando subes a la avioneta,
intentas reírte con los expertos que van volando a tu lado, para ellos es un
salto más, para ti es una experiencia que no sabes si vas a repetir.
Y llega el momento de más adrenalina, ese
momento en el que abren la puerta de la avioneta y te colocan casi afuera de la
aeronave, miras hacia abajo y dices: ¿Que rayos hago acá?
El instructor te empuja y comienza el vuelo, sientes
un vacío, y es claro, estas a 12 mil pies de altura, vas cayendo a 230 km/h, mirando
hacia abajo, la adrenalina te invade, intentas gritar pero no puedes, el viento
golpea fuerte tu rostro, tu corazón late muy rápido, cuando abres los brazos creas
una sensación de libertad y placer, es lo mínimo, estas volando.
Abre el paracaídas y frenas de
golpe, respiras de nuevo y gritas intentado demostrar tu felicidad, comienza un
descenso más tranquilo, observando el hermoso paisaje, sabiendo que lo que te
une al instructor y paracaídas son unas cuerdas, y dices: ya paso lo más
aterrorizante, es hora de disfrutar cada metro que queda para tocar el piso, ¡gravedad,
has lo tuyo!
Al tocar el suelo, te levantas y cantas
victoria; la mejor experiencia de mi vida, valió la pena cada real que pague
por esa experiencia.
¿Lo volverías hacer? Pero claro que SI.
Brandon Lopez Gomez.